No quiero pensar que te has ido
a pesar del vacío que has dejado;
quiero sólo pensar que te has dormido
y que despertar del sueño has olvidado.
No quiero pensar en tristeza
ni en el dolor que has dejado:
quiero disfrutar de la belleza
que con solo tenerte he tenido.
Para tus hijos fuiste el gran ejemplar
en el que siempre pudimos apoyarnos.
Infundiste en nosotros tu bondad
y tuviste siempre tiempo para amarnos.
No te has ido, aquí siempre estarás
dispuesta a intervenir para ayudarme
y en ese "cielo" un sitio me harás
para que un día volvamos a encontrarnos.